domingo, 1 de junio de 2014

Unidad 22 - Hermes (Mercurio)

Hermes, a quien los romanos llamaron Mercurio, era el encargado de llevar los mensajes de Zeus. Inquieto, espabilado y un poco travieso, viajaba por el Olimpo y por la Tierra cumpliendo los encargos del supremo dios, cosa que hacía con gran rapidez gracias a que llevaba siempre unas sandalias aladas que lo transportaban de un lugar a otro volando. Quizá porque andaba tanto los caminos llevando y trayendo recados, fue considerado el dios de los comerciantes.
Hermes, hijo de Zeus y Maya, y nieto de Atlas, fue desde su nacimiento un auténtico niño prodigio: Nacido al alba, a mediodía ya había escapado de su cuna y se había ido por ahí a corretear. Viendo que el dios Apolo guardaba un rebaño de vacas sagradas, decidió robárselas, pero se las ingenió para dejar pistas que despistaran a quien lo buscase: Se puso las sandalias al revés y fue dejando huellas que marcaban el camino contrario al que él había seguido. Por esta hazaña fue considerado también el dios de los ladrones. Cuando llegó a la cabaña en la que había tenido lugar su nacimiento, escondió el ganado e inventó un nuevo instrumento musical, la lira, que fabricó con un caparazón de tortuga, unas cañas y siete cuerdas hechas de intestinos de vaca. Apolo, mediante sus dones adivinatorios, supo quien lo había robado, y corrió a buscar al ladrón. La madre, desconsolada, insistía en que era imposible que el niño pudiera haber hecho eso. Pero Apolo, que conocía la verdad, cogió al pequeño y lo subió al Olimpo para presentar sus quejas ante Zeus.
-Padre Zeus,este tunante me ha robado mi ganado sagrado. Exijo que lo castigues.
-Pero Apolo, ¿Cómo va a ser este niño un ladrón de ganado? ¿No ves que es muy pequeño? Vamos a ver chiquillo, declara tu inocencia y yo no tendré nada más que decir.
-Pues es que lo que dice Apolo es cierto. Yo le he robado las vacas esta tarde, pero solo he sacrificado dos, y ha sido para ofrecérselas a los dioses. Las he partido en doce trozos como ofenda a los doce dioses.
-¿Cómo que doce dioses? ¡En el Olimpo somos once! ¿Quien es el duodécimo dios?
- Pues yo, claro. Y os aseguro que solo me he comido mi parte.
El descaro del pequeño hizo tanta gracia a Zeus que le perdonó. Por su parte, Apolo acabó perdonándolo también, ya que Hermes le regaló la lira para compensarle por el robo, y fue precisamente la lira el instrumento favorito del dios de la luz.
Zeus, cuando convirtió a Hermes en su mensajero, le regaló las sandalias con alas que fueron características de este dios, un sombrero redondo para resguardarse y un bastón llamado caduceo; este bastón con dos serpiente enroscadas en él, fue considerado un símbolo de paz.
A un dos tan inteligente como Hermes se le atribuyen multitud de inventos: La astronomía, el alfabeto, la gimnasia, la escala musical y los pesos y medidas.
También a veces hacía de mensajero de Hades, y procuraba avisar con dulzura a aquellos que les tocaba realizar su último viaje; por esta función se le da el nombre de Hermes Psicopompo.
Como mensajero de los dioses participó en múltiples leyendas:
-Fue él quien mató a Argos, que vigilaba por encargo de Hera a Ío, el amor de Zeus.
-Llevó a Dioniso niño ante las Ninfas para que éstas lo cuidasen.
-Bajó a Pandora con su caja a la tierra para que fuese la perdición de los hombres.
No se le conocen muchos amores, pero sí mantuvo una relación con la diosa Afrodita de la que nació un niño al que pusieron un nombre que era parte del de la madre y parte del padre, llamado Hermafrodito. Este muchacho, de gran belleza, despertó al amor de una ninfa mientras se bañaba desnudo en una fuente; tal fue la pasión de la ninfa que se metió tras él en el agua, suplicándole amor con infinitos besos y caricias. Pero de nada servían sus ruegos, Hermafrodito se mostraba arisco y no quería saber nada de su amor. La ninfa pidió un deseo:
-¡Oh, dioses! ¡Haced que nada ni nadie pueda separarme nunca de él! Entones, poco a poco, los dos cuerpos se fundieron uno en otro, hasta formar un ser que era la suma de los dos: Una cara entre femenina y viril, un cuerpo entre la dureza varonil y la turgencia de la mujer, y los dos sexos. Sus padres, Afrodita y Hermes, hicieron que la fuente dónde había ocurrido aquella transformación tuviera la propiedad de hacer cambiar de sexo a quien bebiera de sus aguas. En la actualidad, la palabra hermafrodita designa a los seres vivos que reúnen los dos sexos.
Además de Hermes, hubo otra divinidad mensajera, Iris, la ligera diosa alada que sube y baja del Olimpo por el arco de siete colores que se forma después de la lluvia, el arco iris, y que parece unir el cielo con la tierra.

Hermes (Mercurio)
Hermafrodito y la ninfa Salmacis

El caracol es un animal hermafrodita

La diosa Iris

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